Spunlace onwoven Tipo de tela: poliéster, material de mezcla de poliéster y viscosa, fibra de bambú, pulpa de madera (lavable), algodón o fibra de soja (biodegradable)
Plano o texturizado (su propio LOGOTIPO está disponible)
Peso: 30-80 g/m²
1/10/30/80/100/120/160 uds/paquete
El tamaño más común de las toallitas íntimas es de alrededor de 7 a 8 pulgadas (17 a 20 cm). Este tamaño es conveniente para un solo uso y proporciona suficiente área de superficie para limpiar y refrescar el área genital externa. Sin embargo, algunas toallitas íntimas pueden ser más pequeñas o mayores que este tamaño estándar para satisfacer preferencias o necesidades específicas de los consumidores.
1. Bolsa plástica resellable: este es el tipo más común de empaque de toallitas húmedas. Está hecho de plástico y tiene una tira resellable en la parte superior para mantener las toallitas húmedas y frescas.
2. Envase con tapa abatible: este tipo de envase consiste en un envase de plástico con una tapa abatible que se puede abrir y cerrar para acceder a las toallitas.
3. Paquete blando con tapa abatible de plástico: Similar al contenedor con tapa abatible, este empaque viene en un paquete blando y tiene una tapa abatible de plástico para facilitar el acceso.
4. Dispensador emergente: este tipo de empaque cuenta con un mecanismo dispensador emergente que saca una toallita a la vez.
5. Paquete de viaje: un paquete pequeño diseñado para usar sobre la marcha, a menudo viene con un cierre de presión de plástico.
6. Empaque de un solo uso: estas toallitas húmedas vienen en paquetes pequeños sellados que son convenientes para viajes o actividades al aire libre.
7. Bolsa de recarga: este empaque de mayor tamaño está diseñado para recargar otros recipientes de toallitas húmedas y, por lo general, tiene una abertura que se puede volver a sellar.
La mayoría de las toallitas están formuladas con una solución de limpieza diseñada para eliminar efectivamente los desorden de la cocina comunes como la grasa, las manchas de alimentos y los derrames. La solución de limpieza es típicamente una mezcla de agua, detergentes y otros agentes de limpieza, que pueden variar según la marca y el tipo de limpieza.
Algunas toallitas de limpieza de cocina también pueden infundirse con ingredientes adicionales como desinfectantes, agentes antimicrobianos o fragancias. Los desinfectantes como el alcohol o el blanqueador pueden ayudar a matar gérmenes y bacterias en las superficies, mientras que los agentes antimicrobianos como el cloruro de benzalkonio pueden ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias y moho. Se pueden agregar fragancias para proporcionar un aroma agradable o enmascarar olores desagradables.
Es importante tener en cuenta que algunas toallitas de limpieza de la cocina pueden contener productos químicos duros que pueden ser dañinos si se ingieren o entran en contacto con la piel o los ojos.
Buenas prácticas de fabricación (GMP): la certificación GMP garantiza que una instalación de fabricación siga estándares y procedimientos de calidad para garantizar que los productos se producan y controlen constantemente para cumplir con los estándares de calidad.
ISO 9001: Esta certificación establece estándares del sistema de gestión de calidad para las organizaciones. Cubre todos los aspectos del proceso de fabricación, desde el diseño y el desarrollo hasta la producción y el servicio al cliente.
Análisis de riesgos y puntos de control críticos (HACCP): la certificación HACCP es un enfoque sistemático para identificar, evaluar y controlar los riesgos de seguridad alimentaria en el proceso de producción.
Cumplimiento de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA): si las toallitas están destinadas a su uso en superficies que pueden entrar en contacto con los alimentos, la instalación de fabricación puede necesitar cumplir con las regulaciones de la FDA para sustancias de contacto de alimentos.
Certificaciones ambientales: dependiendo de los materiales y los métodos de producción utilizados, una instalación de fabricación puede buscar certificación de organizaciones como el Consejo de Administración Forestal (FSC) o el programa para el respaldo de la certificación forestal (PEFC) para garantizar el abastecimiento responsable de los materiales.